Martes de literatura - Nicolàs Guillèn
GUILLÉN, NICOLÁS
Nicolás Cristóbal Guillén
Batista (Camagüey, 10 de julio de 1902 - La Habana, 16 de julio de 1989) fue un poeta, periodista y activista
político cubano.
Poeta cubano al
que se le considera un genuino representante de la poesía negra de su país.
Trabajó como
tipógrafo antes de dedicarse al periodismo y darse a conocer como escritor.
Desde su juventud participó intensamente en la vida cultural y política cubana,
lo que le costó el exilio en varias ocasiones. Ingresó en el Partido Comunista
en 1937, y tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959 desempeñó cargos y
misiones diplomáticas de relieve.
Inició su
producción literaria en el ámbito del posmodernismo y la afianzó en el de las
experiencias vanguardistas de los años veinte, en cuyo contexto se convirtió
pronto en el representante más destacado de la poesía negra o afroantillana.
Sin renunciar a otras posibilidades, en Motivos de son (1930), Sóngorocosongo.
Poemas mulatos (1931), West Indies Ltd. (1934) y poemas dispersos en libros
posteriores, usó todos los recursos característicos de esa poesía con la
voluntad de lograr una expresión auténtica para una cultura mulata, la propia
de un país mulato como él mismo, y manifestó una preocupación social que se fue
acentuando con el paso de los años.
Desde West
Indies Ltd., evolucionó rápidamente hacia esas preocupaciones políticas y
sociales: en Cantos para soldados y sones para turistas (1937), El son entero
(1947) y La paloma de vuelo popular (1958), mostró su compromiso con la patria
cubana y americana, con sus hermanos de raza y con todos los desheredados del
mundo, mientras en España. Poema en cuatro angustias y una esperanza (1937)
acusó el impacto de la Guerra Civil española y el asesinato de Federico García
Lorca. Crítico con la injusticia y el imperialismo, eso no le impidió verse
afectado por las inquietudes neorrománticas y metafísicas que también dominaron
la literatura de esa época, pues el amor y la muerte son también temas
fundamentales en su poesía. Con Tengo (1964) manifestó su júbilo ante la Cuba
revolucionaria, y Poemas de amor (1964), El gran zoo (1967), La rueda dentada
(1972), El diario que a diario (1972) y Por el mar de las Antillas anda un
barco de papel. Poemas para niños y mayores de edad (1977) demostrarían su
capacidad para conjugar preocupaciones diversas y encontrar formas de expresión
siempre renovadas. En Prosa de prisa (1975-1976) se han recogido sus trabajos
periodísticos.
GUITARRA
Tendida en la
madrugada,
la firme
guitarra espera:
voz de profunda
madera
desesperada.
Su clamorosa
cintura,
en la que el
pueblo suspira,
preñada de son,
estira
la carne dura.
¿Arde la
guitarra sola?
mientras la luna
se acaba;
arde libre de su
esclava
bata de cola.
Dejó al borracho
en su coche,
dejó el cabaret
sombrío,
donde se muere
de frío,
noche tras
noche,
y alzó la cabeza
fina,
universal y
cubana,
sin opio, ni
mariguana,
ni cocaína.
¡Venga la
guitarra vieja,
nueva otra vez al
castigo
con que la
espera el amigo,
que no la deja!
Alta siempre, no
caída,
traiga su risa y
su llanto,
clave las uñas
de amianto
sobre la vida.
Cógela tú,
guitarrero,
límpiale de
alcohol la boca,
y en esa
guitarra, toca
tu son entero.
El son del querer
maduro,
tu son entero;
el del abierto
futuro,
tu son entero;
el del pie por
sobre el muro,
tu son entero. .
.
Cógela tú,
guitarrero,
límpiale de
alcohol la boca,
y en esa
guitarra, toca
tu son entero.
ÉBANO REAL
Te vi al pasar,
una tarde,
ébano, y te
saludé;
duro entre todos
los troncos,
duro entre todos
los troncos,
tu corazón
recordé.
Arará cuévano,
ararásabalú.
-Ébano real, yo
quiero un barco,
ébano real, de
tu negra madera...
-Ahora no puede
ser,
espérate, amigo,
espérate,
espérate a que
me muera.
Arará cuévano,
ararásabalú.
-Ébano real, yo
quiero un cofre,
ébano real, de
tu negra madera...
-Ahora no puede
ser,
espérate, amigo,
espérate,
espérate a que
me muera.
Arará cuévano,
ararásabalú.
-Quiero una mesa
cuadrada
y el asta de mi
bandera;
quiero mi pesado
lecho,
quiero mi lecho
pesado,
ébano, de tu
madera,
ay, de tu negra
madera...
-Ahora no puede
ser,
espérate, amigo,
espérate,
espérate a que
me muera.
Arará cuévano,
ararásabalú.
Te vi al pasar,
una tarde,
ébano, y te saludé:
duro entre todos
los troncos,
duro entre todos
los troncos,
tu corazón
recordé.
CUANDO YO VINE A
ESTE MUNDO
Cuando yo vine a
este mundo,
nadie me estaba
esperando;
así mi dolor
profundo
se me alivia
caminando,
pues cuando vine
a este mundo,
te digo,
nadie me estaba
esperando.
Miro a los
hombres nacer,
miro a los
hombres pasar;
hay que andar,
hay que mirar
para ver,
hay que andar.
Otros lloran, yo
me río,
porque la risa
es salud:
lanza de mi
poderío,
coraza de mi
virtud.
Otros lloran, yo
me río,
porque la risa
es salud.
Camino sobre mis
pies,
sin muletas ni
bastón,
y mi voz entera
es
la voz entera
del sol.
Camino sobre mis
pies,
sin muletas ni
bastón.
Con el alma en
carne viva,
abajo, sueño y
trabajo;
ya estará el de
abajo arriba,
cuando el de
arriba esté abajo.
Con el alma en
carne viva,
abajo, sueño y
trabajo.
Hay gentes que
no me quieren,
porque muy
humilde soy;
ya verán cómo se
mueren,
y que hasta a su
entierro voy,
con eso y que no
me quieren
porque muy
humilde soy.
Miro a los
hombres nacer,
miro a los
hombres pasar;
hay que andar,
hay que vivir
para ver,
hay que andar.
Cuando yo vine a
este mundo,
te digo,
nadie me estaba
esperando;
así mi dolor
profundo,
te digo,
se me alivia
caminando,
te digo,
pues cuando vine
a este mundo,
te digo,
¡nadie me estaba
esperando!
GLOSA
No sé si me
olvidarás,
ni si es amor
este miedo;
yo sólo sé que
te vas,
yo sólo sé que
me quedo.
(Andrés Eloy
Blanco)
1
Como la espuma
sutil
con que el mar
muere deshecho,
cuando roto el
verde pecho
se desangra en
el cantil,
no servido, sí
servil,
sirvo a tu
orgullo no más,
y aunque la
muerte me das,
ya me ganes o me
pierdas,
sin saber que me
recuerdas
no sé si me
olvidarás.
2
Flor que sólo
una mañana
duraste en mi
huerto amado,
del sol herido y
quemado
tu cuello de
porcelana:
quiso en vano mi
ansia vana
taparte el sol
con un dedo;
hoy así a la
angustia cedo
y al miedo, la
frente mustia...
No sé si es odio
esta angustia,
ni si es amor
este miedo.
3
¡Qué largo
camino anduve
para llegar
hasta ti,
y qué remota te
vi
cuando junto a
mí te tuve!
Estrella,
celaje, nube,
ave de pluma
fugaz,
ahora que estoy
donde estás,
te deshaces,
sombra helada:
ya no quiero
saber nada;
yo sólo sé que
te vas.
4
¡Adiós! En la
noche inmensa,
y en alas del
viento blando,
veré tu barca
bogando,
la vela impoluta
y tensa.
Herida el alma y
suspensa,
te seguiré, si
es que puedo;
y aunque iluso
me concedo
la esperanza de
alcanzarte,
ante esa vela
que parte,
yo sólo sé que
me quedo.
PALMA SOLA
La palma que
está en el patio,
nació sola;
creció sin que
yo la viera,
creció sola;
bajo la luna y
el sol,
vive sola.
Con su largo
cuerpo fijo,
palma sola,
sola en el patio
sellado,
siempre sola,
guardián del
atardecer,
sueña sola.
La palma sola
soñando,
palma sola,
que va libre por
el viento,
libre y sola,
suelta de raíz y
tierra,
suelta y sola,
cazadora de las
nubes,
palma sola,
palma sola,
palma.
AGUA DEL
RECUERDO...
¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del
recuerdo
voy a navegar.
Pasó una mulata
de oro,
y yo la miré al
pasar:
moño de seda en
la nuca,
bata de cristal,
niña de espalda
reciente,
tacón de
reciente andar.
Caña
¡febril la dije
en mí mismo!
caña
temblando sobre
el abismo,
¿quién te
empujará?
¿Qué cortador
con su mocha
te cortará?
¿Qué ingenio con
su trapiche
te molerá?
El tiempo corrió
después,
corrió el tiempo
sin cesar,
yo para allá,
para aquí,
yo para aquí,
para allá,
para allá, para
aquí,
para aquí, para
allá. .
Nada sé, nada se
sabe,
ni nada sabré
jamás,
nada han dicho
los periódicos,
nada pude
averiguar,
de aquella
mulata de oro
que una vez miré
al pasar,
moño de seda en
la nuca,
bata de cristal,
niña de espalda
reciente,
tacón de
reciente andar.
UN SON PARA
NIÑOS ANTILLANOS
Por el Mar de
las Antillas
anda un barco de
papel:
anda y anda el
barco barco,
sin timonel.
De La Habana a
Portobelo,
de Jamaica a
Trinidad,
anda y anda el
barco barco
sin capitán.
Una negra va en
la popa,
va en la proa un
español:
anda y anda el
barco barco,
con ellos dos.
Pasan islas,
islas, islas,
muchas islas,
siempre más;
anda y anda el
barco barco,
sin descansar.
Un cañón de
chocolate
contra el barco
disparó,
y un cañón de
azúcar, azúcar,
le contestó.
¡Ay, mi barco
marinero,
con su casco de
papel!
¡Ay, mi barco
negro y blanco
sin timonel!
Allá va la negra
negra,
juntojunto al
español;
anda y anda el
barco barco
con ellos dos.
LA VIDA EMPIEZA
A CORRER...
La vida empieza
a correr
de un manantial,
como un río;
a veces, el
cauce sube,
a veces, el
cauce sube,
y otras se queda
vacío.
Del manantial
que brotó
para darte vida
a ti,
ay, ni una gota
quedó
para mí:
la tierra se lo
bebió.
Aunque tú digas
que no,
el mundo sabe
que sí,
que ni una gota
quedó
del manantial
que brotó
para darte vida
a ti.
EL NEGRO MAR
La noche morada
sueña
sobre el mar;
la voz de los
pescadores
mojada en el
mar;
sale la luna
chorreando
del mar.
El negro mar.
Por entre la
noche un son,
desemboca en la
bahía;
por entre la
noche un son.
Los barcos lo
ven pasar,
por entre la
noche un son,
encendiendo el
agua fría.
Por entre la noche
un son,
por entre la
noche un son,
por entre la
noche un son. . .
El negro mar.
-Ay, mi mulata
de oro fino,
ay, mi mulata
de oro y plata,
con su amapola y
su azahar,
al pie del mar
hambriento y masculino,
al pie del mar.
LA TARDE
PIDIENDO AMOR
La tarde
pidiendo amor.
Aire frío, cielo
gris.
Muerto sol.
La tarde
pidiendo amor.
Pienso en sus
ojos cerrados,
la tarde
pidiendo amor,
y en sus
rodillas sin sangre,
la tarde
pidiendo amor,
y en sus manos
de uñas verdes,
y en su frente
sin color,
y en su garganta
sellada. . .
La tarde
pidiendo amor,
la tarde
pidiendo amor,
la tarde
pidiendo amor.
No.
No, que me sigue
los pasos,
no;
que me habló,
que me saluda,
no;
que miro pasar
su entierro,
no;
que me sonríe,
tendida,
tendida, suave y
tendida,
sobre la tierra,
tendida,
muerta de una
vez, tendida. . .
No.
LA SANGRE ES UN
MAR INMENSO
La sangre es un
mar inmenso
que baña todas
las playas...
Sobre sangre van
los hombres,
navegando en sus
barcazas:
reman, que
reman, que reman,
¡nunca de remar
descansan!
Al negro de
negra piel
la sangre el
cuerpo le baña;
la misma sangre,
corriendo,
hierve bajo
carne blanca.
¿Quién vio la
carne amarilla,
cuando las venas
estallan,
sangrar sino con
la roja
sangre con que
todos sangran?
¡Ay del que
separa niños,
porque a los
hombres separa!
El sol sale cada
día,
va tocando en
cada casa,
da un golpe con
su bastón,
y suelta una
carcajada...
¡Que salga la
vida al sol,
de donde tantos
la aguardan,
y veréis cómo la
vida
corre de sol
empapada!
La vida vida
saltando,
la vida suelta y
sin vallas,
vida de la carne
negra,
vida de la carne
blanca,
y de la carne
amarilla,
con sus sangres
desplegadas. . .
¡Los niños,
fascinados,
se van
levantando,
y rodean a la
madre,
que los abraza
formando un grupo con ellos,
pegados a su
alrededor. Continúa!:
Sobre sangre van
los hombres
navegando en sus
barcazas:
reman, que
reman, que reman,
¡nunca de remar
descansan!
Ay de quien no
tenga sangre,
porque de remar
acaba,
y si acaba de
remar,
da con su cuerpo
en la playa,
un cuerpo seco y
vacío,
un cuerpo roto y
sin alma,
¡un cuerpo roto
y sin alma! . . .
BURGUESES
No me dan pena
los burgueses vencidos.
Y cuando pienso
que van a dar me pena,
aprieto bien los
dientes, y cierro bien los ojos.
Pienso en mis
largos días sin zapatos ni rosas,
pienso en mis
largos días sin sombrero ni nubes,
pienso en mis
largos días sin camisa ni sueños,
pienso en mis
largos días con mi piel prohibida,
pienso en mis
largos días Y
No pase, por
favor, esto es un club.
La nómina está
llena.
No hay pieza en
el hotel.
El señor ha
salido.
Se busca una
muchacha.
Fraude en las
elecciones.
Gran baile para
ciegos.
Cayó el premio
mayor en Santa Clara.
Tómbola para
huérfanos.
El caballero
está en París.
La señora
marquesa no recibe.
En fin Y
Que todo lo
recuerdo y como todo lo recuerdo,
¿qué carajo me
pide usted que haga?
Además,
pregúnteles,
estoy seguro de
que también
recuerdan ellos.
PUENTE
¿Lejos?
Hay un arco
tendido
que hace viajar
la flecha
de tu voz.
¿Alto?
Hay un ala que
rema
recta, hacia el
sol.
De polo a polo a
una
secreta
información.
¿Qué más?
Estar alerta
para el duro
remar;
y toda el alma
abierta
de par en par.
TENGO
Cuando me veo y
toco
yo, Juan sin
Nada no más ayer,
y hoy Juan con
Todo,
y hoy con todo,
vuelvo los ojos,
miro,
me veo y toco
y me pregunto
cómo ha podido ser.
Tengo, vamos a
ver,
tengo el gusto
de andar por mi país,
dueño de cuanto
hay en él,
mirando bien de
cerca lo que antes
no tuve ni podía
tener.
Zafra puedo
decir,
monte puedo
decir,
ciudad puedo
decir,
ejército decir,
ya míos para
siempre y tuyos, nuestros,
y un ancho
resplandor
de rayo,
estrella, flor.
Tengo, vamos a
ver,
tengo el gusto
de ir
yo, campesino,
obrero, gente simple,
tengo el gusto
de ir
¡es un ejemplo¿
a un banco y
hablar con el administrador,
no en inglés,
no en señor,
sino decirle
compañero como se dice en español.
Tengo, vamos a
ver,
que siendo un
negro
nadie me puede
detener
a la puerta de
un dancing o de un bar.
O bien en la
carpeta de un hotel
gritarme que no
hay pieza,
una mínima pieza
y no una pieza colosal,
una pequeña
pieza donde yo pueda descansar.
Tengo, vamos a
ver,
que no hay
guardia rural
que me agarre y
me encierre en un cuartel,
ni me arranque y
me arroje de mi tierra
al medio del
camino real.
Tengo que como
tengo la tierra tengo el mar,
no country,
nojailáif,
no tennis y no yatch,
sino de playa en
playa y ola en ola,
gigante azul
abierto democrático:
en fin, el mar.
Tengo, vamos a
ver,
que ya aprendí a
leer,
a contar,
tengo que ya
aprendí a escribir
y a pensar
y a reír.
Tengo que ya
tengo
donde trabajar
y ganar
lo que me tengo
que comer.
Tengo, vamos a
ver,
tengo lo que
tenía que tener.
IBA YO POR UN
CAMINO
Iba yo por un
camino cuando con la muerte di.
-¡Amigo! -gritó
la muerte,
pero no le
respondí,
pero no le
respondí;
miré no más a la
Muerte,
pero no le
respondí.
Llevaba yo un
lirio blanco,
cuando con la
Muerte di.
Me pidió el
lirio la muerte,
pero no le
respondí,
pero no le
respondí;
miré no más a la
Muerte,
pero no le
respondí.
Ay, Muerte,
si otra vez
volviera a verte,
iba a platicar
contigo como un amigo;
mi lirio, sobre
tu pecho,
como un amigo;
mi beso, sobre
tu mano,
como un amigo;
yo, detenido y
sonriente,
como un amigo.
NEGRO BEMBÓN
¿Po qué te pone
tan brabo,
cuando te dicen
negro bembón,
si tiene la boca
santa,
negrobembóm?
Bembón así como
ere
tiene de tó;
Caridá te
mantiene, te lo dátó.
Te queja
todavía,
negro bembón;
sin pega y con
harina,
negro bembón,
majagua de drí
blanco,
negro bembón;
sapato de dó
tono,
negro bembón.
Bembón así como
ere
tiene de tó;
Caridá te
mantiene, te lo dátó.
MULATA
Ya yo me enteré,
mulata,
mulata, ya sé
que dise
que yo tengo la
narise
como nudo de
cobbata.
Y fíjate bien
que tú
no ere tan
adelantá,
poqque tu boca é
bien grande,
y tu pasa,
colorá.
Tanto tren con
tu cueppo,
tanto tren;
tanto tren con
tu boca,
tanto tren;
tanto tren con
tu sojo,
tanto tren.
Si tú supiera,
mulata,
laveddá:
que yo con mi
negra tengo,
y no te quiero
paná!
CANTO NEGRO
¡Yambambó,
yambambé!
Repica el
congosolongo,
repica el negro
bien negro;
congosolongo del
Songo
bailayambó sobre
un pie.
Mamatomba,
serembecuserembá.
El negro canta y
se ajuma,
el negro se
ajuma y canta,
el negro canta y
se va.
Acuememeserembó,
aé
yambó,
aé.
Tamba, tamba,
tamba, tamba,
tamba del negro
que tumba;
tumba del negro,
caramba,
caramba, que el
negro tumba:
¡yamba, yambó,
yambambé!
CAÑA
El negro
junto al
cañaveral.
El yanqui
sobre el
cañaveral.
La tierra
bajo el
cañaveral.
¡Sangre
que se nos va!
ADIVINANZAS
En los dientes,
la mañana,
y la noche en el
pellejo.
¿Quién será,
quién no será?
-El negro.
Con ser hembra y
no ser bella,
harás lo que
ella te mande.
¿Quién será,
quién no será?
-El hambre.
Esclava de los
esclavos,
y con los
dueños, tirana.
¿Quién será,
quién no será?
-La caña.
Escándalo de una
mano
que nunca ignora
a la otra.
¿Quién será,
quién no será?
-La limosna.
Un hombre que
está llorando
con la risa que
aprendió.
¿Quién será,
quién no será?
-Yo.
NO SÉ POR QUÉ
PIENSAS TÚ
No sé por qué
piensas tú,
soldado, que te
odio yo,
si somos la
misma cosa
yo,
tú.
Tú eres pobre,
lo soy yo;
soy de abajo, lo
eres tú;
¿de dónde has
sacado tú,
soldado, que te
odio yo?
Me duele que a
veces tú
te olvides de
quién soy yo;
caramba, si yo
soy tú,
lo mismo que tú
eres yo.
Pero no por eso
yo
he de
malquererte, tú;
si somos la
misma cosa,
yo,
tú,
no sé por qué
piensas tú,
soldado, que te
odio yo.
Ya nos veremos
yo y tú,
juntos en la
misma calle,
hombro con
hombro, tú y yo,
sin odios ni yo
ni tú,
pero sabiendo tú
y yo,
a dónde vamos yo
y tú Y
¡ no sé por qué
piensas tú,
soldado, que te
odio yo!
PROBLEMAS DEL
SUBDESARROLLO
Monsieur Dupont
te llama inculto,
porque ignoras
cuál era el nieto
preferido de
Víctor Hugo.
Herr Müller se
ha puesto a gritar,
porque no sabes
el día
¡exacto¿ en que
murió Bismark.
Tu amigo Mr.
Smith,
inglés o yanqui,
yo no lo sé,
se subleva
cuando escribes shell.
¡Parece que
ahorras una ele,
y que además
pronuncias chel!
Bueno ¿y qué?
Cuando te toque
a ti,
mándales decir
cacarajícara
y que donde está
el Aconcagua,
y que quién era
Sucre,
y que en qué
lugar de este planeta
murió Martí.
Un favor:
que te hablen
siempre en español.
ALMA MÚSICA
Yo soy borracho.
Me seduce el vino
luminoso y azul
de la Quimera
que pone una
explosión de Primavera
sobre mi corazón
y mi destino.
Tengo el alma
hecha ritmo y armonía;
todo en mi ser
es música y es canto,
desde el réquiem
tristísimo de llanto
hasta el trino
triunfal de la alegría.
Y no porque la
vida mi alma muerda
ha de rimar su
ritmo mi alma loca:
aunmas que por
la mano que la toca
la cuerda vibra
y canta porque es cuerda.
Así, cuando la
negra y dura zarpa
de la muerte
destroce el pecho mío,
mi espíritu ha
de ser en el vacío
cual la postrera
vibración de un arpa.
Y ya de nuevo en
el astral camino
concretara sus
ansias de armonía
en la cascada de
una sinfonía,
o en la alegría
musical de un trino.
GUITARRA EN
DUELO MAYOR
I
Soldadito de
Bolivia,
soldadito
boliviano,
armado vas con
tu rifle,
que es un rifle
americano,
soldadito de
Bolivia,
que es un rifle
americano.
II
Te lo dio el
señor Barrientos,
soldadito
boliviano,
regalo de mister
Johnson,
para matar a tu
hermano,
para matar a tu
hermano,
soldadito de
Bolivia,
para matar a tu
hermano.
III
¿No sabes quien
es el muerto,
soldadito
boliviano?
El muerto es el
Che Guevarra,
y era argentino
y cubano,
soldadito de
Bolivia,
y era argentino
y cubano.
IV
El fue tu mejor
amigo,
soldadito
boliviano,
el fue tu amigo
de a pobre
del Oriente al
altiplano,
del Oriente al
altiplano,
soldadito de
Bolivia,
del Oriente al
altiplano.
V
Esta mi guitarra
entera,
soldadito
boliviano,
de luto, pero no
llora,
aunque llorar es
humano,
aunque llorar es
humano,
soldadito de
Bolivia,
aunque llorar es
humano.
VI
No llora porque
la hora,
soldadito boliviano,
no es de lagrima
y pañuelo,
sino de machete
en mano,
sino de machete
en mano,
soldadito de
Bolivia,
sino de machete
en mano.
VII
Con el cobre que
te paga,
soldadito
boliviano,
que te vendes,
que te compra,
es lo que piensa
el tirano,
es lo que piensa
el tirano,
soldadito de
Bolivia,
es lo que piensa
el tirano.
VIII
Despierta, que
ya es de día,
soldadito
boliviano,
esta en pie ya
todo mundo,
porque el sol
salió temprano,
porque el sol
salió temprano,
soldadito de
Bolivia,
porque el sol
salió temprano.
IX
Coge el camino
derecho,
soldadito
boliviano;
no es siempre
camino fácil,
no es fácil
siempre ni llano,
no es fácil
siempre ni llano,
soldadito de
Bolivia,
no es fácil
siempre ni llano.
X
Pero aprenderás
seguro,
soldadito
boliviano,
que a un hermano
no se mata,
que no se mata a
un hermano,
que no se mata a
un hermano,
soldadito de
Bolivia,
que no se mata a
un hermano.
up.gif (987
bytes)
CANCIÓN
¡De que callada
manera
se me adentra
usted sonriendo,
como si fuera la
primavera !
¡Yo, muriendo!
Y de que modo
sutil
me derramo en la
camisa
todas las flores
de abril
¿Quién le dijo
que yo era
risa siempre,
nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
¡No soy tanto!
En cambio, ¡Qué
espiritual
que usted me
brinde una rosa
de su rosal
principal!
De que callada
manera
se me adentra
usted sonriendo,
como si fuera la
primavera
¡Yo, muriendo!
PALABRAS
FUNDAMENTALES
Haz que tu vida
sea
campana que
repique
o surco en que
florezca y fructifique
el árbol
luminoso de la idea.
Alza tu voz
sobre la voz sin nombre
de todos los
demás, y haz que se vea
junto al poeta,
el hombre.
Llena todo tu
espíritu de lumbre;
busca el
empinamiento de la cumbre,
y si el sostén
nudoso de tu báculo
encuentra algún
obstáculo a tu intento,
¡sacude el ala
del atrevimiento
ante el
atrevimiento del obstáculo!
SIGUE...
Camina,
caminante,
sigue;
camina y no te
pares,
sigue.
Cuando pase por
su casa
no le diga que
me viste;
camina,
caminante,
sigue.
Sigue, no te
pares,
sigue;
no le mire si te
llama,
sigue;
acuérdate que
ella es mala,
sigue.
SON 16
Yoruba soy,
lloro en yoruba
lucumí.
Como soy un
yoruba de Cuba,
quiero que hasta
Cuba suba mi llanto yoruba;
que suba el
alegre llanto yoruba
que sale de mí.
Yoruba soy,
cantando voy,
llorando estoy,
y cuando no soy
yoruba,
soycongo,
mandinga, carabalí.
Atiendan amigos,
mi son, que empieza así:
Adivinanza
de la esperanza:
lo mío es tuyo
lo tuyo es mío;
toda la sangre
formando un río.
La ceiba ceiba
con su penacho;
el padre padre
con su muchacho;
la jicotea en su
carapacho.
¡Que rompa el
son caliente,
y que lo baile
la gente,
pecho con pecho,
vaso con vaso,
y agua con agua
con aguardiente!
Yoruba soy, soy
lucumí,
mandinga, congo,
carabalí.
Atiendan,
amigos, mi son, que sigue así:
Estamos juntos desde
muy lejos,
jóvenes, viejos,
negros y
blancos, todo mezclado;
uno mandando y
otro mandado,
todo mezclado;
San Berenito y
otro mandado,
todo mezclado;
negros y blancos
desde muy lejos,
todo mezclado;
Santa María y
uno mandado,
todo mezclado;
todo mezclado,
Santa María,
San Berenito,
todo mezclado,
todo mezclado,
San Berenito,
San Berenito,
Santa María,
Santa María, San
Berenito
todo mezclado!
Yoruba soy, soy
lucumí,
mandinga, congo,
carabalí.
Atiendan,
amigos, mi son, que acaba así:
Salga el mulato,
suelte el
zapato,
díganle al
blanco que no se va:
de aquí no hay
nadie que se separe;
mire y no pare,
oiga y no pare,
beba y no pare,
viva y no pare,
que el son de
todos no va a parar!
MOTIVO DE SON
Ayé me dijeron
negro
pa que me fajara
yo:
peroe que me lo
desía
era un negro
como yo.
Tan blanco como
te ve
y tu abuela sé
quién é.
¡Sácala de la
cosina:
Mamá Iné!
Mamá Iné, tú
bien lo sabe;
Mamá Iné, Yo
bien lo sé;
Mamá Iné, te
dise nieto,
¡Mamá Iné!
EL ABUELO
Esta mujer
angélica de ojos septentrionales,
que vive atenta
al ritmo de su sangre europea,
ignora que en lo
hondo de ese ritmo golpea
un negro el
parche duro de roncos atabales.
Bajo la línea
escueta de su nariz aguda,
la boca, en fino
trazo, traza una raya breve;
y no hay cuervo
que manche la geografía de nieve
de su carne, que
fulge temblorosa y desnuda.
¡Ah, mi señora!
Mírate las venas misteriosas;
boga en el agua
viva que allí dentro te fluye;
y ve pasando
lirios, nelumbos, lotos, rosas;
que ya verás,
inquieto, junto a la fresca orilla,
la dulce sombra
oscura del abuelo que huye:
el que rizó por
siempre tu cabeza amarilla.
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